martes, 30 de septiembre de 2008

Mi primera Impalada

Cada año, a principios de verano, el MotoClub Impala organiza la Impalada, una excursión/concentración en la que se juntan más de 100 motos, todas Montesa Impala. Este año, en concreto, 126 motos.

Hubo que aplazar la Impalada prevista para el 14 de junio, debido a una huelga en el suminstro de carburante a las gasolineras. Así pues, la Impalada se celebro el pasado 20 de septiembre.

Fijaos que en el segundo cartel varían los colores del fondo, más otoñales... ;-)




La Impalada consiste en una ruta de todas las motos más o menos juntas, con un par de reagrupamientos. En total, contando la ida y vuelta a casa, hice más de 300km.




A primera hora de la mañana nos citamos en lo alto del Tibidabo. Poco a poco van a apareciendo más y más Impalas para inscribirse, mientras los más madrugadores desayunan.






Se van colocando las motos bien ordenaditas...










...para hacer la foto de grupo...




... y se arrancan motores. Un auténtico goce para los sentidos. Al ser mi primera vez, os aseguro que pone la carne de gallina.





En este vídeo salgo yo... jejejeje




(Por cierto, los vídeos y fotos en este post están extraídos de la web del MotoClub, ya que aquí el artista se dejó la cámara...)


Nos ponemos en marcha hacia el primer reagrupamiento, y enseguida uno se da cuenta de que hay que ir con pies de plomo. Demasiada gente, y más de un "quemadillo". Pronto se aprende a ir detrás del que te ha tocado, a su ritmo y dejando distancia (la mayoría no llevamos luces de freno ;-)), y olvidarte de adelantar, más que nada porque nunca podrás ir a tu ritmo. Y de la misma manera, dejar que te pasen los "quemaos". En un pis pas te los sacas de encima y ya ruedas tranquilo.

La sensación es indescriptible, al salir de una curva y ver esa cinta de Impalas, uno detrás de otro, y todos con la misma velocidad engranada, de forma que el sonido de los escapes es unísono. Una gozada.

Eso sí, al principio y con las motos frías, te hinchas a toser tragando humo...

Han colgado en el MotoClub un vídeo que ilustra muy bien lo que yo explico tan mal.



Acojonante, verdad?






En el último reagrupamiento se contó con la asistencia del mítico Josep Mª Busquets, todo un campeón de las 24H de Montjuich con una Impala en los 60.






Todo un señor, se trajo su propia Impala 250 y hasta el casco Cromwell con el que corría, que aún lleva pintado el escorpión.




Al final nos agrupamos (casi) todos a comer (bien, además) para que al final cada uno se espabile para volver a su punto de origen.

Desde luego, tener una Impala y no acudir a la Impalada debería estar penado por ley. ¿Conoce alguien alguna concentración en cualquier lugar del mundo en que se puedan reunir más de 100 motos de la misma marca y modelo, y de las cuales ya hace más de 20 años que no se fabrican? Yo, desde luego, no.
Y los que no tengan Impala pues... qué pena más grande :-D

Yo por mi parte, no me pierdo la del 2009.



Ups, me olvidaba. Un par de recortes de prensa del evento.




Impalada 2008